El escenario de las actuaciones era propicio para invocar la magia de los Fab Four, ya que el nuevo estadio sustituye al antiguo recinto del equipo neoyorquino de béisbol, el Shea Stadium, que los Beatles inauguraron con un espectáculo ofrecido el 15 de agosto de 1965 ante 55.000 espectadores.
Duró apenas media hora y los gritos de las fans impedían escuchar la música del grupo, que salía por la megafonía del estadio, pero aquella actuación pasó a la historia como el comienzo de una nueva era, la de los conciertos de rock en grandes espacios.
Cuarenta y cuatro años más tarde, Paul McCartney -ya con 67 años- saltó al escenario del Citi Field con un repertorio insuperable compuesto por canciones de toda su carrera, desde el primer álbum de los Beatles hasta su último trabajo de estudio, publicado este mismo año bajo el nombre de The Fireman.
Agarrado a su mítico bajo Hofner, el beatle se plantó bajo los focos durante tres noches en las que deleitó a 120.000 personas junto a una sólida banda integrada por los guitarristas Rusty Anderson y Brian Ray, el teclista Paul "Wix" Wickens y el baterista Abe Laboriel Jr.
"Good evening New York City" (Hear Music) reúne en dos CD una treintena de canciones que pueden verse en el espectacular DVD incluido en el álbum.
McCartney contaba ya en su discografía en solitario con cinco álbumes en vivo, pero las imágenes de este concierto, dirigidas por Paul Becher, y la calidad del sonido ofrecen una experiencia inédita a los seguidores del músico británico.
Son dos horas cuarenta minutos de espectáculo filmadas en alta definición con 45 cámaras, a las que se añadieron en la edición imágenes grabadas por los fans durante los tres conciertos.
El resultado es un completo recorrido por el apabullante cancionero de McCartney, planteado con habilidad y oficio, en el que no faltan sus éxitos de la época de Wings -"Jet", "Band on the run", "Live and let die", "My love"- y temas de sus discos más recientes.
Es una buena ocasión para descubrir los resultados en directo de "Highway" y "Sing the changes" -con homenaje a Obama incluido-, los dos temas más destacados de su último álbum.
Pero ni siquiera McCartney puede competir con las canciones de los Beatles, que dominan los momentos de máxima intensidad del concierto, desde el comienzo, con "Drive my car", hasta el final, con "The end".
No se olvidó "Macca" de sus compañeros fallecidos, John Lennon y George Harrison. Al primero, asesinado en Nueva York en 1980, le dedicó una emotiva versión de "Here today" y un "medley" con "A day in the life" y "Give peace a chance". Del segundo interpretó "Something", que comenzó cantando con un ukelele y acabó tocando con toda la banda.
También recordó el concierto de 1965 con "I'm down", un tema en el que los Beatles dieron rienda suelta a su vena más gamberra en el Shea Stadium -John Lennon se puso a tocar el órgano con el codo-, según se puede ver en las imágenes que rescata este DVD.
El último músico en actuar en el Shea Stadium antes de que el recinto fuera demolido fue el neoyorquino Billy Joel, que aparece en la recta final del concierto de McCartney para interpretar con él una musculosa versión de "I saw her standing there".
Las imágenes de la actuación captan además todos los lados musicales del beatle, que interpreta "Yesterday" con una guitarra acústica y seguidamente acomete la pirotécnica "Helter skelter".
Nunca será lo mismo que escuchar a los Beatles, pero McCartney demuestra que el espíritu de aquel prodigio persiste en unas canciones indestructibles.
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