miércoles, 24 de junio de 2009

Daffunchio habla de "Despierta" lo nuevo de Las Pelotas

Ya despiértate, nene

El líder de Las Pelotas dice que el disco que se viene, “Despierta”, busca una reacción hasta en el público infantil. Y dispara contra todo, aun a riesgo de quedar como “un amargo”.
El volumen del estéreo en el auto está casi al máximo y Germán Daffunchio marca el ritmo de lo que suena con manos y cabeza. En la letra, a caballo de una base rítmica y una melodía orgullosamente "pelotera", quien ocupa ahora el asiento del conductor reconoce que le gustaría enseñarles a los niños de hoy a sacarse las caretas, a desarmar los estandartes y a gritarles a los políticos corruptos que siempre serán ratas.

Y lo que podría sonar apocalíptico se vuelve esperanzador en voz del coro para nada angelical del grupo de chicos de entre 6 y 11 años que participan en “Saben”, primer corte del próximo disco de la banda.

"De esto te hablaba", dice Daffunchio. El momento cierra una charla de café un rato antes, concertada bajo pretexto de conversar sobre “Despierta”, el inminente próximo álbum de Las Pelotas. "Este puto sistema está lleno de cáscaras y gracias a Cris Morena y a todo ese nefasto mundo que viene educando a los pibes desde hace 15 o 20 años, está creando generaciones de idiotas”.

“Pero también creemos que hay esperanza en los niños, este disco está apuntado a los chicos, como los verdaderos dueños del mundo que dejamos", había lanzado el frontman, con el tono pausado y tranquilo de hablar que es su marca.

-Un mundo que no es el mejor, precisamente.

-Es un asco lo que pasa, honestamente es un asco la clase dirigente, los publicistas malditos que venden políticos como jabón en polvo, los idiotas que creen. Y también estoy asqueado de saber que lo que realmente está pasando es otra cosa. Si la gente supiera lo que de verdad está pasando...

-¿Y qué es lo que de verdad está pasando?

-Que todo lo que cuentan es una gran mentira, que Argentina es una mafia y lo único que les importa a los señores que quieren una banca es el poder y la guita. Les importan un carajo el ser humano y nuestros niños que se mueren (y se mueren 25 por día), les chupa un huevo todo eso. Vas a decir "¡eh, sos un amargo!", no importa.

“Si mirás un poco te das cuenta de que las obras empiezan cuando se acercan las elecciones, que sacan guita de donde sea para adornar a todo el mundo. No hay proyecto de país. ¿Pero eso qué tiene que ver con la música?, ¿eh?”.

Ok, hablemos de música. Cuesta no traer a colación el tema de la presunta crisis de las bandas más convocantes del rock nacional, máxime si tenemos aquí a quien lidera una de las que más público juntan frente a un escenario. Así que hablemos de Los Piojos, Attaque, Bersuit.

"Ninguna de esas historias es igual -dirá-. Yo sé las razones por las que se están separando Los Piojos, sé la razón por la que Ciro se fue de Attaque y por qué el pelado está haciendo su disco. Son historias, cosas de cada uno”.

“Las Pelotas no está en esa movida, ni en pedo. Qué sé yo, son saturaciones lógicas. Acaso sea mucho más patético lo que está pasando a nivel artístico". Clarito. Y si el sentido periodístico indica, justo ahí, preguntar por Alejandro Sokol, su muerte y su recuerdo, el respeto marca que quien habla despidió amigos (en su momento fue Luca) antes que compañeros de banda.
Otra pregunta.

-¿Por qué es patético?

-Hay una mediocridad general. La música es un fusible, un exponente de lo que le está pasando a la sociedad y al mundo. Al rock, además de la mediocridad, se lo ha devorado el sistema. Las cuestiones de si te vendiste, si no te vendiste, lo comercial, lo no comercial, la moda, el look rockero, la rebeldía como moda, eso no es lo que llamás rock. El rock está en el alma de cada uno.

"After" Cromañón

"Fue raro cómo los medios utilizaron políticamente a Cromañón, como una gran telenovela para entretener a la gente. La duda que hay, como siempre, es sobre la Justicia. Es un caso particular, no soy quién para juzgar. No deseo estar en el lugar de Callejeros y creo que, quizá, las 194 muertes hayan sido demasiado castigo", reflexiona. Última pregunta.

-¿Cómo te gustaría ser recordado en 50 años?

-No sé, no me interesa puntualmente eso. Yo no pretendo nada de la vida, salvo llevarme buenos recuerdos y haber dicho lo que siento, como en esta entrevista. Doy lo mejor que tengo, tengo muchas limitaciones, soy un idiota que todo el tiempo está tratando de aprender a vivir. Pablo Leites
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